Esta es la continuación del segundo día de viaje en el Valle Sagrado. La idea era llegar a Ollantaytambo desde Pisac con tiempo para poder recorrer el sitio arqueológico. No todo sale como se piensa.
Como les comentaba en el post sobre nuestra visita a Chinchero para poder aprovechar el tiempo de viaje en el Valle Sagrado hay que salir temprano, bien temprano.
Sobre todo si uno tiene que llegar a un sitio importante en el circuito como es Ollantaytambo.
Para quiénes su viaje continúa hacia Machu Picchu llegar a Ollantaytambo es crítico ya que desde ahí parte el tren que nos lleva hasta Aguas Calientes, o sea, Machu Picchu.
Como llegar a Ollantaytambo
Contra todo lo que veníamos viendo que recorrimos en el primer día el micro (colectivo, mini-bus, como lo llamen) que nos debería llevar desde Pisac, último sitio visitado antes de iniciar la partida, no nos llevaba directamente.
Es decir que deberíamos llegar a un lugar y de ahí tomar otra cosa que nos llevara a destino. Tomamos el minibus en la puerta del hospital de Pisac. Este nos llevaría a Urubamba.
El punto intermedio de viaje para llegar a Ollantaytambo era la terminal de Urubamba.
Para esto tomamos uno de los mini-bus que paraba sobre la ruta a la salida del sitio de Pisac hasta la terminal de Urubamba. Este viaje nos costó unos 6 soles cada uno (unos 2 dólares por persona).
Una vez en la terminal de Urubamba las cosas cambiaron un poco.
Personas que venían con ovejas atadas con correa a las que se les ataba y subía al techo de los mini-bus es solo un pequeño ejemplo de lo visto.
Si a uno le llama un poco la atención esto no quiero ni pensar que te ofrezcan “jugo” de algo en una bolsa de esas donde uno llevaría caramelos. Realidades muy diferentes a las de uno.
Luego de tener que dejar pasar algunos de los mini-bus, ya que nadie respetaba fila alguna, Rocío se abrió camino y logró hacernos entrar en uno. Prepárense para patear gente si quieren subir.
El costo del viaje fue de un sol y medio por persona (cincuenta centavos de dólar).
El viaje duró poco más de media hora y ya estábamos en Ollanta con nuestro ticket para el ingreso al sitio junto con el boleto de tren que nos llevaría a Aguas Calientes.
Aprovechar el día en Ollantaytambo
Como anticipé más arriba para aprovechar el tiempo en el Valle Sagrado de Perú hay que hacer las cosas temprano.
Llegamos a Ollantaytambo aproximadamente a las 3 de la tarde.
Uno podría pensar que no es demasiado tarde si no se tiene en cuenta que el mismo día visitamos Pisac.
Debido a la “genial” idea de subir caminando y bajar en taxi, prácticamente quedamos de cama. Muertos.
Lo primero que hicimos fue parar a almorzar. Algo interesante que vimos es que TODOS los bares ofrecen Wifi.
Es decir, junto con la comida te dan internet, como si fuera algo novedoso. Claramente debe ser una de las cosas más necesitadas al momento de llegar, ya sea para avisar que llegaron o para subir una foto en instagram.
Se puede comer por 20 soles por persona (unos 7 dólares).
Como pueden imaginarse, luego del trajín de la mañana y un almuerzo medio pelo teníamos menos energía para poder comenzar la “escalada” a las ruinas que quedan sobre la montaña.
En la foto pueden ver de lo que hablo cuando digo escalar.
Sobre Ollantaytambo
Ollantaytambo lleva su nombre por la combinación de dos palabras.
La primera Ollantay era el nombre de un general Inca. Este general ganó innumerables batallas y grandes conquistas en nombre del Inca.
Las segunda, Tambo, significa en castellano lugar de descanso. La combinación de ambos sería algo así como “El descanso de Ollantay” o “el lugar de descanso de Ollantay”
Cuenta la leyenda que este general se encontraba enamorado de una princesa hija del Inca Pachacútec y que el amor de este era correspondido por el de ella.
Entonces el general Inca se presenta ante el supremo para pedirle la mano de su hija en matrimonio. Pero lo único que encontró fue una respuesta con algo parecido a “Ollantay no mires tan arriba que el sol te puede quemar, para mi no eres más que un soldado”.
Ante la negativa al matrimonio Ollantay llevó todas sus tropas leales y se rebeló en Ollantaytambo durante 6 años.
Durante esos 6 años ejército tras ejército intentaron tomar la ciudad sin éxito.
No fue hasta que el hijo del Inca, Tupac Yupanqui, tomó el poder y accedió a que su hermana se casara con Ollantay para que los actos rebeldes finalizaran.
Ollantaytambo está dividido en dos sectores. El sector urbano y el sector religioso.
En el sector religioso aún se conservan templos pre-incas, de los Quilques.
Esto es completamente distinto a la de los Incas ya que en las construcciones de estos no había ventanas ya que las casas eran únicamente para descansar en la noche.
Esto es para las casas. En el caso de los templos si se contemplaba la existencia de ventanas en casi todos los casos.
Observemos el cielo
Como en la mayoría de los sitios arqueológicos del Valle Sagrado no puede faltar un lugar para la observación del cosmos.
En Ollantaytambo este se encuentra en la misma montaña. Durante excavaciones se encontraron vasijas de barro las cuales eran llenadas con agua y permitían la observación del cosmos durante el día.
Cómo no podía ser de otra manera, al contar con un sector agrícola los Incas tuvieron que, y lograron, manejar el agua vertiente de la montaña de forma muy hábil.
Por medio de la utilización de sistemas de drenaje y acueductos lograron nutrir sus andenes de cultivo de forma exitosa.
Esto les permitió desarrollar diferentes tipos de cultivo sin ningún tipo de dificultad.
En la montaña se encuentra trabajada una cara humana. Para los Incas y para quienes estuvieron antes que estos se le conocía como Viracocha.
Viracocha fue un nombre posterior. Ya que antes se lo conocía como “señor de los señores, de la tierra, y dios de la abundancia. Si, todo eso.
Para los Incas Viracocha era quién les proveía de buenas cosechas y a quienes debían agradecer por su existencia y por la tierra en la que podían trabajar.
Por lo demás Ollantaytambo es bastante similar a los otros sitios que fuimos viendo.
En todos los casos hay templos, casas y almacenes donde se podían guardar alimentos incluso por varios años. Este último lo pueden observar en la primer foto de este post.
Fuera de lo que son las ruinas Ollantaytambo cuenta con un mercado bastante interesante. Es más grande que los demás y se puede encontrar más variedad de productos.
Generalmente venden artesanías, tejidos y demás adornos como pueden llegar a ser toritos de Pucará.
¿Comprar o no comprar artesanías?
Si queda poco tiempo en el Valle Sagrado y no hay problemas con cargar algo más de peso se pueden comprar aquí los recuerdos de viaje.
Pero si aún queda una pasada por Lima antes de volver a casa ahí mismo se pueden comprar prácticamente las mismas cosas si uno investiga donde.
Para cerrar Ollantaytambo cuenta con unas calles muy pintorescas que, en caso de quedar aún energías, pueden recorrer sin ningún tipo de problema o temor a que algo suceda.
Al finalizar el día debíamos tomar el tren que nos llevaba a Aguas Calientes, también conocido como Machu Picchu Pueblo. Pero esa es otra historia.
Ollantaytambo está dentro los lugares que no puedes dejar de conocer en Cusco. No dejes de visitarlo.
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¿Estuviste en Ollantaytambo?, ¿Cuál fue tu experiencia?
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