Las montañas de Machu Picchu engrandecen la belleza propia de la ciudadela Inca.
A la hora de comprar los tickets para ingresar a Machu Picchu son muchas las opciones . Las dudas que generan l momento de tener que poner la tarjeta de crédito son muchas, sobre todo si no conocemos cuales son las montañas que queremos visitar. Aquí te contamos qué se puede hacer.
Las montañas que se pueden visitar en el Machu Picchu son principalmente dos: Machu Picchu y Huayna Picchu.
Para simplificar un poco más el proceso de decisión voy a contarles un poco sobre las dos, y luego lo que tuvimos la posibilidad de hacer nosotros.
Entre las montañas de Machu Picchu, la Machu Picchu propiamente dicha es la más alta de las dos con una altura de 1640 pies o 500 metros.
Es la menos visitada ya que requiere alejarse demasiado de la ciudadela.
Se la conoce como montaña vieja mientras que Huayna Picchu se conoce como montaña joven.
Sobre esta montaña fue construida la ciudadela. Es decir, la ciudadela lleva el nombre de la montaña.
No se sabe en realidad cual es el nombre de la ciudadela, si es que alguna vez lo tuvo.
Muchas personas se confunden al momento de comprar el ticket.
Esto se debe a que todos los tickets aparece la inscripción Machu Picchu. A menos que el ticket diga Machu Picchu Montaña no se podrá acceder a esta.
Nuestro ticket decía claramente Machu Picchu + Huayna Picchu.
Para que no te pase, sabés cómo comprar las entradas para Machu Picchu
Fue una gran decepción llegar a la entrada para ingresar y que nos digan que este no era válido para esta montaña.
Si piensa subir a la montaña asegúrese de que su pase tenga acceso a esta. Personalmente, y luego de investigarlo bastante no me molestó no tener acceso a la montaña.
De acuerdo a los comentarios es mucho menos transitada que Huayna Picchu y las vistas no son las mismas.
De esta montaña puedo hablar por experiencia propia. ¡Qué experiencia!.
Luego de la decepción de no poder entrar a Machu Picchu llegar sobre la hora del ingreso a Huayna Picchu y que nos digan que no podíamos pasar era demasiado para una mañana. Unas horas en realidad.
Huayna Picchu es la montaña que aparece en el fondo de muchas de las fotos que se pueden encontrar de Machu Picchu.
Mide prácticamente la mitad que Machu Picchu y en su totalidad tiene forma de cuerno de rinoceronte.
400 personas al día acceden a Huayna Picchu en dos grupos de 200 integrantes. El primer grupo a las 7AM y el segundo a las 10AM.
De los dos grupos creo que el primero es el mejor ya que uno no debería encontrarse con tanta gente en el camino de subida.
En cambio, quienes ascienden en el grupo de las 10, no solamente se pueden encontrar con la gente que sube sino también con la gente que baja.
Es cuestión de gustos.
El ascenso a Huayna Picchu requiere de tiempo y preparación física. Uno no puede subir corriendo.
Personas mayores pueden subir tranquilamente pero a un ritmo tranquilo.
Al llegar a la cima, y a los primeros miradores, uno está a la altura de las nubes.
Dependiendo de la época del año en que se decide visitar Machu Picchu estas pueden molestar un poco la visión de la ciudadela.
Al salir el sol las nubes se disipan y se obtiene una vista única del sitio. Esta puede ser la única contra de subir en el turno de las 7AM.
Para hacer el ascenso a Huayna Picchu hay que estar en estado físico, pero también mental.
En muchos tramos parece que la subida no terminará nunca.
Es por esto que creo que no es suficiente estar bien físicamente. En muchos casos la cabeza nos puede jugar en contra y en el medio de la montaña esto puede ser desastroso.
No crean que es subir únicamente el Huayna Picchu. La mayoría de las personas viene haciendo el Camino del Inca o bien visitando otros sitios del Valle Sagrado.
El esfuerzo físico no es de un solo día y el cansancio se va sumando. En nuestro caso fue el tercer día y el día anterior habíamos subido Pisac a pie.
Quienes hicieron esto pueden dar cuenta de la exigencia que conlleva.
Para decidan subir lo que les puedo decir es que les espera una experiencia inolvidable.
Aquí comienza otra historia dentro de nuestro viaje. Porque el hecho de haber llegado tarde a la entrada nos hizo subir muy rápidamente.
Entre nuestra preocupación por estar en falta y por que quienes controlan el ingreso nos dijeron que teníamos que subir y bajar en una hora la cosa no fue bien.
Prácticamente sin agua comenzamos nuestra bajada.
Luego de sortear algunas rocas y pasar por entre piedras y grietas llegamos a un punto donde el camino de bajada se dividía en dos. Por un lado podías bajar directo al Machu Picchu y por el otro también lo hacías pero pasando primero por el templo de la luna.
Luego de preguntar a un empleado del parque nos indicó que el camino que llevaba al templo de la luna era “un poco más largo” y que no era muy transitado.
Sin pensarlo mucho decidimos visitar el templo antes de volver a Machu Picchu, total era de bajada.
En el camino descubrimos que no era todo bajada y que en muchos tramos también teníamos que volver a subir. El físico se pone a prueba.
La bajada del Huayna Picchu está dentro de las 7 más peligrosas del mundo.
Con escalones de en algunos casos de no más de 30 centímetros y con pendientes sumamente inclinadas hacen que muchas personas entren en pánico.
No tanto por las pendientes sino porque en la mayoría del trayecto hay vertientes de agua que hacen que un pie mal apoyado uno pueda caer en la nada misma.
En muchas partes del trayecto de un lado está la montaña y del otro lo único que hay son precipicios con piedra, árboles y arbustos. Especialistas dicen que en caso de una caída es poco probable que puedan encontrar a la persona.
Realmente da miedo en algunos lugares. La bajada que va directo a Machu Picchu es mucho más corta y sin tantas complicaciones.
Llegar al templo de la luna tomo una hora y media pero valió la pena. Un lugar único dentro de una caverna.
Pero estaba a mitad de camino en nuestra bajada. Todavía teníamos más por delante.
Volviendo a la bajada encontramos otra pareja que estaba en la misma situación que nosotros. La única diferencia es que la mujer de la pareja no paraba de llorar. Aquí es donde digo que la cabeza también puede jugar en contra.
Sin pensar mucho decidimos avanzar para no quedarnos con ellos. Personalmente creo que el miedo se contagia y es por esto que ante una situación así hay que avanzar.
El resto de la bajada, con subidas, fue de igual manera, duro y exigente con el físico. Al no tener agua y estar completamente secos decidimos tomar agua de la montaña.
No voy a entrar en detalles pero no tuvimos problema alguno luego. No se lo recomiendo a nadie, es lo que hicimos nosotros y no tuvimos problemas. Pero no lo puedo garantizar para otras personas.
Finalmente llegamos a la ciudadela, tomamos algunas fotos y dimos por terminado el día.
Después de estar más tranquilo pude investigar que muchas personas piensan hacer las dos montañas el mismo día.
No se lo recomiendo a nadie que no esté en buenas condiciones físicas y tengan la cabeza fresca para tomar ese desafío.
Se puede hacer si se sale muy temprano por la mañana. Vagar por las montañas de Machu Picchu requiere llevar algunas cosas.
No recomiendo subir sin llevar cosas básicas.
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Leo lo de la dificultad de la montaña y tengo muchas dudas de si quiero subir realmente
Lo suben más de 200 personas por día - Si se hace con tranquilidad y a un ritmo tranquilo no hay riesgo!